Se puede dar de dos maneras: en
extensión o en flexión.
En flexión, en la
posición cuadrúpeda, la flexión de la cabeza provoca que se doblen los brazos y que se extiendan las piernas.
Aparece entre los 6 y los 9 meses de vida y tiene que integrarse entre los 9 y
los 13 meses.
En extensión, en la
posición cuadrúpeda, la extensión de la cabeza hacia arriba, provoca que se
estiren los brazos y que se flexionen las piernas. Aparece entre los 6 y los 9
meses de vida y tiene que integrarse entre los 9 y los 13 meses.
Ayuda al bebé a desafiar la gravedad para
levantarse de la posición de boca abajo a colocarse en la posición de gateo por
lo que si un bebé no gatea en la posición adecuada no dejará que su cerebro se
organice adecuadamente. También facilita la integración del reflejo tónico
laberíntico. El RTSC sirve para entrenar la vista desde un punto lejano a uno
cercano y viceversa, lo que permite que se ajuste la visión binocular. Si el
reflejo está activo, se verán reducidas las capacidades de acomodación y
convergencia. El esfuerzo por mantener la visión binocular puede causar dolor
de cabeza en la frente o en la parte posterior de la cabeza, agotamiento y
picor de ojos.
Sus efectos en un adulto serán
una postura pobre por la presencia del reflejo, cualquier movimiento de cabeza
va a repercutir en el cuerpo, por esta misma razón al sentarse están incómodos
y tienden a deslizarse en la
silla. Pueden andar como un simio por el encorvamiento que se
produce al mirar hacia abajo. Son niños que se sientan en “W” con las nalgas
entre las piernas o sobre sus talones, ya que al estar jugando con los brazos
estirados tienen que flexionar las piernas. Al no haber adaptado la visión a
los diferentes enfoques tendrán una pobre coordinación ojo – mano por lo que se
ensuciarán mucho al comer o serán niños torpes que siempre tiran un vaso de
agua, o derraman agua al servirla en un vaso, etc. También se refleja en la
dificultad para copiar desde la pizarra que está lejos, al cuaderno que está
cerca y la copia será muy lenta incluso desde un lado de la mesa al otro. La
incomodidad que les produce el estar sentados hace que puedan prestar poca
atención. Son niños a los que les cuesta aprender a nadar de manera
sincronizada.
El reflejo no integrado pude
producir un desarrollo deficiente del córtex prefrontal, lo que dificultará la
comprensión lectora.
Al no haber trabajado en
enfoque en los diferentes planos, suele ser un reflejo muy activo en niños con
miopía o hipermetropía.